Regina Jonas (Berlín, 3 de agosto de 1902 – Auschwitz, 12 de diciembre de 1944) fue una rabina y profesora de religión alemana. En 1935, fue la primera mujer de la historia en ser ordenada oficialmente como rabina.
Esto dio lugar a importantes diferencias de opinión y discusiones dentro de la comunidad judía alemana, ya que tradicionalmente sólo se permitía a los hombres ocupar el cargo de rabino.
Durante el régimen nazi, Jonas fue internada durante dos años en el campo de concentración de Theresienstadt, donde se dedicó a la acogida y a la atención pastoral de los compañeros de prisión. En octubre de 1944 fue deportada a Auschwitz, donde fue asesinada ese mismo año.
La rabina Jonas estaba completamente olvidada cuando en 1991 se descubrieron accidentalmente documentos de archivo sobre su vida y obra.
Biografía
Juventud y educación
Regina Jonas era hija del comerciante Wolf Jonas y de su esposa Sara Hess. Creció en una familia estrictamente religiosa y pobre de Berlín. De niña asistió a la sinagoga del Dr. Max Weil, uno de los primeros rabinos de Alemania que introdujo el bat mitzvah para las niñas. Weil la animó a estudiar.
Después de la escuela secundaria, se formó inicialmente como profesora. Cuando terminó, se matriculó en la Hochschule für die Wissenschaft des Judentums de Berlín , una universidad teológica judeo-liberal; el propio Jonas, sin embargo, era ortodoxo. Para pagar sus estudios, también trabajó como profesora.
Se graduó en 1930. Como tema de su tesis final eligió la pregunta “¿Puede una mujer ser rabina según la halajá (el conjunto de la ley judía-religiosa)? Tras estudiar la Biblia, el Talmud y la literatura rabínica, su respuesta a esta pregunta fue “sí”.
Aunque la calidad de su disertación fue alabada, Jonas tuvo problemas para encontrar a alguien que realmente quisiera ordenarla. La posible ordenación de una mujer al cargo estrictamente masculino de rabino fue muy controvertida y dio lugar a acaloradas discusiones dentro de la comunidad judía de Alemania.
Trabajar como rabina
De 1930 a 1935, Jonas dio clases y conferencias sobre temas religiosos para organizaciones judías. Dio varios sermones de práctica y el Dr. Leo Baeck, una figura destacada de la comunidad judía con la que Jonas también había estudiado, la calificó de predicadora “capaz y reflexiva”.
Sin embargo, él también se negó a ordenarla como rabino, principalmente porque temía que eso provocara conflictos entre las comunidades religiosas judías liberales y ortodoxas de Alemania. Hasta diciembre de 1935, Jonas no recibió su ordenación oficial (semicha) de manos del rabino liberal Max Dienemann.
Sin embargo, la comunidad judía de Berlín no la nombró formalmente como rabina, sino sólo como profesora de religión. Sin embargo, se le permitió hacerse cargo de la pastoral rabínica en instituciones de asistencia judía y comunitaria.
Las peticiones de los miembros de la congregación para que la dejaran predicar en la Neue Synagogue de Berlín fueron rechazadas; Jonas dirigió celebraciones religiosas para jóvenes y adultos fuera de la propia sala de la sinagoga.
A partir de 1938, como consecuencia de la persecución de los judíos, cada vez más comunidades judías de Alemania se quedaron sin rabino. Hasta 1942, Jonas viajaba a esas congregaciones para predicar y ofrecer atención espiritual.
Encarcelamiento y muerte
En 1942, Jonas trabajó durante un tiempo como trabajador forzado en una fábrica de Berlín. El 6 de noviembre de ese año, ella y su madre fueron deportadas al campo de concentración de Theresienstadt.
El médico y psicoanalista vienés Viktor Frankl, que estuvo internado allí, había desarrollado un programa para ayudar psicológicamente a los presos y reducir así la posibilidad de que se suicidaran. Jonas participó en este programa, por ejemplo, esperando a los recién llegados en el tren y acompañándolos durante sus primeras horas en el campo.
También dio conferencias y dio sermones en Theresienstadt. El 12 de octubre de 1944, Jonas fue transportado a Auschwitz. Allí fue asesinada, muy probablemente el 12 de diciembre.
Olvido y redescubrimiento
Tras la Segunda Guerra Mundial, Regina Jonas cayó en el olvido. Incluso personas con las que había trabajado antes y durante la guerra, como Leo Baeck y Viktor Frankl, no mencionaron su nombre en sus publicaciones de posguerra. Sólo después de la reunificación de Alemania salieron a la luz documentos sobre la ordenación y el trabajo de la primera mujer rabina.
En 1991, por casualidad, la científica estadounidense Katerina von Kellenbach encontró las únicas fotos que se conservan de Jonas, sus diplomas, la confirmación de su ordenación y su disertación en un archivo del antiguo Berlín Oriental.
Este descubrimiento dio lugar a un renovado interés e investigación sobre Regina Jonas en todo el mundo. Hasta entonces, se daba por hecho que la estadounidense Sally Priesand, ordenada en 1972, era la primera mujer rabina.
En 2013 se estrenó la película biográfica Regina, de Diana Groó, con Rachel Weisz en el papel principal. En Berlín y Terezin (Theresienstadt), los monumentos recuerdan a Regina Jonas.