Tabla de contenidos [ mostrar ocultar]
- Infancia y juventud
- Comienza su vida religiosa
- Profesión solemne
- La fundación de la Militia Immaculatae o Milicia de la Inmaculada
- Un convento dedicado a la Virgen María: Niepokalanow
- El periplo asiático
- Regreso a su Polonia natal
- Comienzan las persecuciones nazis
- Deportación a Auschwitz
- Amando hasta el extremo
- Beatificación y canonización
- Iconografía
- Frases
- Preguntas frecuentes
Infancia y juventud
Rajmund Kolbe nació en Zdunska Wola, cerca de Lodz, el 8 de enero de 1894. En una alcoba, sobre una mesa, había una estatua de la Virgen María, junto a la cual la familia comenzaba y terminaba cada día en oración.
Los padres, aunque pobres, estaban imbuidos del espíritu católico y polaco. Pertenecían a la Tercera Orden de San Francisco. El padre de Rajmund era muy activo en la parroquia. Pertenecía al movimiento clandestino y a menudo leía libros patrióticos a sus hijos.
Rajmund recibió su primera educación en casa. Entonces no había escuelas polacas y los padres no querían enviar a sus hijos a las escuelas rusas. Por ello, Rajmund aprendió por sí mismo a leer, escribir y calcular. Pronto empezó a ayudar a sus padres en su tienda. Mostró aptitudes para las matemáticas.
Desde sus primeros años, Rajmund se distinguió por su especial devoción a la Virgen María. De pequeño se compró una estatua de la Virgen Inmaculada. Sin embargo, no era un niño perfecto (como, por otra manera, cabe esperar). Un día, al ver el carácter juguetón de su hijo, su madre le dijo en tono de reproche ¿Qué será de ti? El muchacho se avergonzó y se puso serio. Desde entonces empezó a dedicarse a la oración en el altar de casa.
Tenía unos 12 años cuando pidió a la propia Virgen que le dijera en qué se convertiría. Según contó después a su madre, Santa María se le apareció entonces sosteniendo dos coronas, una blanca y otra roja, y le preguntó si quería recibirlas. El blanco significaría que perseveraría en la castidad, el rojo que sería un mártir. El pequeño Kolbe le contestó que quería las dos. Y esta sería una verdadera profecía de lo que terminaría siendo su vida.
Esto ocurrió en la iglesia parroquial de Pabianice. En 1907, por primera vez en décadas, se celebraron misiones en la parroquia de Pabianice. Fueron dirigidas por un franciscano, el padre Peregryn Haczela, de Lwow (Leópolis).
Durante una de las enseñanzas, el misionero animó a los chicos a unirse a la Orden de San Francisco. Los frailes enseñaban gratuitamente en la escuela secundaria de Lwow. Como resultado de la misión, Rajmund y su hermano mayor Francisco decidieron unirse a los franciscanos conventuales.
Comienza su vida religiosa
Con el permiso de sus padres, ambos fueron al pequeño seminario de Lwow. Un año después (1908), su hermano menor, Joseph, siguió sus pasos. En la escuela secundaria, Rajmund destacó en matemáticas y física.
En este momento de su vida, su madre llegó a Lwow y confesó a sus dos hijos que ella y su padre habían decidido dedicarse al servicio divino. Su madre se uniría a las monjas benedictinas en Lwow y su padre a los franciscanos en Cracovia. Rajmund vio en ello la clara voluntad de Dios y decidió que su destino era permanecer en la orden. Así que pidió ser admitido en el noviciado, que comenzó el 4 de septiembre de 1910. Al tomar los votos, se le dio el nombre religioso de Maximiliano.
Tras el noviciado, completó el último curso de la escuela secundaria y aprobó el examen de graduación. En el otoño de 1912 se fue a Cracovia para ampliar sus estudios. Sin embargo, sus superiores, al ver sus excepcionales capacidades, lo enviaron a estudiar a Roma, donde vivió en el Colegio Seráfico Internacional.
Al mismo tiempo, asistió a conferencias en el Gregorianum. Allí estudió filosofía (1912-1915) y luego, en el propio Colegio Seráfico, teología (1915-1919). Completó sus estudios universitarios con dos doctorados: en filosofía y en teología. En su tiempo libre se dedicó a su estudio favorito de la física. En esa época escribió un artículo titulado Eteroplano sobre un vehículo interplanetario, que diseñó basándose en la ley newtoniana de acción y reacción.
Profesión solemne
El 1 de noviembre de 1914 hizo su profesión solemne, o votos perpetuos, tomando el nombre de María. La lectura favorita de Kolbe en aquella época era Historia de un Alma, escrita por Santa Teresa del Niño Jesús (aunque esta lectura no tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial, desde esta página invitamos a todos los lectores a leer esta obra con el corazón abierto y humilde, más de uno se sorprenderá).
La humildad de la santa de Lisieux hizo que su vida interior se hiciese cada vez más profunda. También le impresionó mucho la lectura de la obra de Santa Gemma Galgani. Tampoco se separó nunca de los textos de San Alfonso María de Ligorio ni de los de San Luis María Grignion de Monfort.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, se ordenó a los seminaristas de la partición austriaca que abandonaran inmediatamente Roma y regresaran a su país natal. Kolbe fue a San Marino, donde solicitó una prórroga de su pasaporte para continuar sus estudios en Roma. Pronto recibió la noticia de que su hermano, Francisco, había abandonado la Orden y se había unido a las legiones polacas.
Después de la guerra, Francisco formó una familia y trabajó como profesor, organista y finalmente como funcionario. Murió en el campo de concentración de Auschwitz, probablemente en 1943. El padre de Maximiliano también se alistó en las legiones y murió en una escaramuza entre Olkusz y Miechów (1914).
En el alma de Maximiliano Kolbe surgió una lucha sobre si no debía seguir también sus pasos. Sin embargo, llegó a la conclusión de que haría más por su patria como sacerdote. El 29 de noviembre de 1914 fue ordenado sacerdote y el 28 de octubre de 1915, en la Universidad Gregoriana, defendió su tesis doctoral con summa cum laude.
La fundación de la Militia Immaculatae o Milicia de la Inmaculada
Influido por la acción anticatólica generalizada que había presenciado en Roma, tras consultar con sus hermanos y con el acuerdo de su confesor, Maximiliano María fundó la Militia Immaculatae (Milicia de la Inmaculada). El objetivo de esta asociación era luchar por la conversión de cismáticos, herejes y masones.
Para lograr este objetivo, los miembros de la organización, conocidos como Caballeros de la Inmaculada, debían ponerse al servicio total y exclusivo de María Inmaculada y confiarle cada día la suerte de los pecadores.
Maximiliano Kolbe se dedicó celosamente a este programa y se mantuvo fiel a él hasta su muerte. Poco después de fundar la asociación, escribió una carta al superior general de los franciscanos, el padre Domingo Tavani, pidiéndole su bendición.
El 8 de octubre de 1917, Maximiliano Kolbe fue ordenado diácono. Y el 28 de abril de 1918, en la iglesia de Sant’Andrea della Valle, fue ordenado sacerdote por el cardenal Basilio Pompilli. Celebró su primera misa en la iglesia y en el altar donde la Inmaculada se apareció a Alfonso Ratisbonna en 1842.
El 22 de julio de 1919, el padre Maximiliano Kolbe se graduó en la facultad de teología, también con el título de doctor. Y en ese mismo año, después de siete años en Roma, el P. Maximiliano regresó a Polonia.
Decidió hacer todo lo posible por la instauración del reino de María. Los superiores lo destinaron a enseñar historia de la Iglesia en el seminario de Cracovia. Comenzó a reclutar seminaristas para la Milicia de la Inmaculada. Maximiliano Kolbe tenía entonces 26 años.
La Milicia de la Inmaculada comenzó a atraer no sólo a clérigos y franciscanos, sino también a laicos. El P. Kolbe los reunía en una de las salas de la iglesia franciscana y les daba charlas sobre la Inmaculada, sobre la entrega a ella, sobre la vida interior.
Por desgracia, el desarrollo de una tuberculosis obligó a sus superiores a enviarlo a Zakopane durante tres meses. Cuando hubo una notable mejora, volvió a Cracovia. Sin embargo, cuando volvió la enfermedad, el provincial lo envió de nuevo a Zakopane, prohibiéndole cualquier trabajo apostólico.
Maximiliano Kolbe permaneció allí durante ocho meses, tras los cuales los superiores, por consejo de los médicos, lo trasladaron a Nieszawa. A finales de octubre de 1921 regresó a Cracovia. El 2 de enero de 1922, recibió de Roma la ansiada aprobación de la Milicia de la Inmaculada. Ese mismo mes comenzó a publicar en Cracovia una revista mensual con el significativo título de El Caballero de la Inmaculada, que con el tiempo alcanzaría una inmensa popularidad en Polonia y en el extranjero.
Adquirió una pequeña imprenta y encontró ayudantes dispuestos entre sus cofrades. También comenzó a reclutar vocaciones para el trabajo editorial. Gracias a ello, la circulación de El Caballero aumentó constantemente. En cinco años (1922-1927) pasó de 5.000 a 70.000 ejemplares. Con motivo del quinto aniversario de la revista, el padre Kolbe recibió muchas cartas de felicitación de los obispos y la bendición del Papa Pío XI con numerosas indulgencias y gracias que pidió para su asociación.
Cuando el área de trabajo en el monasterio de Grodno se quedó demasiado pequeño, el P. Maximiliano María Kolbe, con el permiso de sus superiores, comenzó a buscar una nueva ubicación. El duque Jan Drucki-Lubecki le ofreció un campo de su propiedad en Teresin, cerca de Varsovia.
Un convento dedicado a la Virgen María: Niepokalanow
El Padre Maximiliano Kolbe llegó a lo que sería conocido como Niepokalanow (convento franciscano llamado Ciudad de la Inmaculada) el 6 de agosto de 1927 y erigió allí una estatua de María Inmaculada. Con la ayuda de sus cofrades y de la gente de los alrededores, también comenzó a construir una capilla. También se construyeron barracas de madera y se trajeron las máquinas. El traslado tuvo lugar el 21 de noviembre de 1927 (en la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María).
El periplo asiático
Cuando la obra del Niepokalanow alcanzó su pleno desarrollo, con el permiso del General de la Orden, el Padre Kolbe, acompañado de cuatro hermanos religiosos, se dirigió a Japón para difundir allí la gran obra (26 de febrero de 1930). En su camino se detuvo en Shanghai. Un conocido católico chino, Joseph Lo Pa Hong, le ofreció inmediatamente una casa, una imprenta y una moto, y le proporcionó monjes.
Lamentablemente, el obispo local expresó su firme oposición. Así que el padre Kolbe se fue a Japón en 1931. En condiciones extremadamente difíciles, sin ninguna ayuda del obispo local de Nagasaki, el padre Kolbe comenzó su labor editorial.
Tres meses después ya tenía su propia imprenta y su casa. El primer número de El Caballero de la Inmaculada (Seibo no Kishi en idioma nipón) se publicó con una tirada de 18.000 ejemplares. Ese mismo año compró una ladera salvaje para el monasterio, donde levantó el primer edificio propio. Así surgió el Niepokalanow japonés (Mugenzai no Sono – Jardín de la Inmaculada). En 1934 también se consagró allí una nueva iglesia.
Regreso a su Polonia natal
En 1936 el Niepokalanow japonés estaba lo suficientemente bien establecido como para que el padre Kolbe la abandonara. En el Capítulo Provincial fue elegido Superior del Niepokalanow en Polonia. Tras seis años de ausencia, regresó a Polonia.
Dominio público, Wikimedia Commons
La fama del Niepokalanow creció. Cada año se presentaban unos 1800 candidatos. El padre Kolbe aceptaba personalmente a los aspirantes. Aplicó una selección estricta. La condición principal para la admisión era el deseo de santidad.
En 1939 el Niepokalanow contaba ya con 13 padres, 18 clérigos-novicios, 527 hermanos profesos, 82 candidatos a hermanos y 122 muchachos en un pequeño seminario. Y el Caballero de la Inmaculada alcanzó una tirada de 750 mil ejemplares, que se sumaban a los miles de ejemplares de otras numerosas publicaciones secundarias, como El Pequeño Caballero de la Inmaculada o el Boletín de la Milicia de la Inmaculada.
Comienzan las persecuciones nazis
El 1 de septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial. Ya el 12 de septiembre Niepokalanow cayó bajo la ocupación alemana. El 19 de septiembre la Gestapo detuvo a los habitantes del Niepokalanow que no consiguieron escapar a tiempo o no quisieron hacerlo.
Los franciscanos permanecieron en el campo temporal de Lamsdorf (Lambinowice) y luego en Amteitz (Gębice) desde el 24 de septiembre hasta el 8 de noviembre. Allí había 14.000 prisioneros. El hambre y las alimañas eran terribles.
Los hombres de las SS golpearon a los prisioneros y los humillaron. El 9 de noviembre los franciscanos fueron llevados a Ostrzeszow. En la solemnidad de María Inmaculada (8 de diciembre) todos fueron liberados del campo.
Al no poder publicar ninguna revista, el P. Kolbe organizó la adoración permanente del Santísimo Sacramento y abrió talleres para la población: una herrería, una hojalatería, un departamento de reparación de bicicletas y relojes, un departamento de fotografía, una sastrería y zapatería, un departamento sanitario, etc.
Pero el 17 de febrero de 1941 la Gestapo vino de nuevo al Niepokalanow y se llevó al padre Kolbe y a otros cuatro padres. Los llevaron a Varsovia. El padre Kolbe fue internado en la prisión de Pawiak. Cuando el guardia lo vio vestido con un hábito y con una coronilla en el cinturón, le preguntó si creía en Cristo. Cuando recibió la respuesta creo, le dio una fuerte bofetada.
Deportación a Auschwitz
Esto se repitió muchas veces, pero el padre Kolbe no cedió. Sin embargo, pronto le quitaron el hábito y le ordenaron que llevara la ropa de un prisionero. El 28 de mayo de 1941 fue deportado a Auschwitz junto con otros 303 prisioneros. Aquí se le dio el número 16670 en su uniforme a rayas y se le asignó a la unidad del kapo Bloody Krott, un notorio criminal.
Un día Krott golpeó tanto al padre Kolbe que quedó cubierto de sangre. Ordenó que se le administraran 50 golpes más. Convencido de que estaba muerto, lo hizo cubrir con ramas. Sin embargo, sus compañeros del campo lograron sacaron a rastras.
Sufrió terriblemente, pero Maximiliano Kolbe lo soportó todo heroicamente, incluso compartiendo sus minúsculas raciones de alimento con los demás. Consoló a sus compañeros de prisión y les animó a entregarse a los cuidados de la Inmaculada.
Amando hasta el extremo
A finales de julio de 1941, uno de los prisioneros se escapó del bloque donde estaba el padre Kolbe. El enfurecido SS-Hauptsturmführer del campo, Karl Fritzsch, convocó a todos los prisioneros del bloque a la plaza del pase de lista y seleccionó a diez para ser condenados a muerte por inanición.
Entre ellos estaba Franciszek Gajowniczek, que dejaría huérfanos a su mujer e hijos. El padre Kolbe se adelantó entonces y pidió que se le condenara a muerte a él en lugar de a Gajowniczek. Cuando le preguntaron quién era, respondió que era un sacerdote católico.
Su heroica petición fue aceptada. Así que el padre Kolbe fue con nueve compañeros al bloque 13, conocido como el bloque de la muerte. Acostumbrado a pasar hambre, permaneció vivo durante quince días sin un gramo de pan ni una gota de agua. Finalmente, los nazis lo mataron con una inyección de fenol. Esto ocurrió el 14 de agosto de 1941. Era la víspera de la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María. El cuerpo del padre Maximiliano fue quemado en el crematorio.
Dnalor 01, Todeszelle Pater Maximilian Kolbes, KZ Auschwitz I, Block 11, CC BY-SA 3.0 AT
Beatificación y canonización
Gracias al noble sacrificio del P. Maximiliano María Kolbe, Franciszek Gajowniczek no murió hasta 1995, a la edad de 94 años. El 17 de octubre de 1971, Pablo VI llevó a cabo personalmente la solemne beatificación del Padre Maximiliano Kolbe en presencia de decenas de miles de creyentes de todo el mundo y de más de tres mil peregrinos de Polonia.
San Maximiliano Kolbe fue canonizado el 10 de octubre de 1982 por San Juan Pablo II. Durante su segunda peregrinación a Polonia, este papa visitó el Niepokalanow el 18 de junio de 1983, donde tuvieron lugar las históricas celebraciones posteriores a la canonización.
San Maximiliano María Kolbe es el patrón de la archidiócesis de Gdansk y de la diócesis de Koszalin y, como dijo San Juan Pablo II, de nuestros tiempos difíciles.
Iconografía
En la iconografía, San Maximiliano Kolbe es habitualmente representado con un hábito franciscano o con un uniforme a rayas de prisionero, a veces con el número del campo 16670 en el pecho. Le acompaña María Inmaculada. Su atributo es una corona de alambre de espino o dos coronas, roja y blanca.
Frases
- Hijos míos, amad a la Inmaculada; amadla y ella os hará felices, confiaros a ella totalmente.
- Concédeme alabarte, Virgen Santa, concédeme alabarte con mi sacrificio concédeme por ti, solo por ti, vivir, trabajar, sufrir, gastarme, morir.
- Nadie puede cambiar la verdad. Lo que podemos hacer es buscarla, hallarla y servirla.
- Con la ayuda de la Inmaculada, es posible alcanzar la santidad heroica.
- Que ella nos dirija totalmente para que nuestro «yo» desaparezca y se consuma; para que nos propongamos, como fin, su causa; para que nos abandonemos completamente a Ella y le pertenezcamos. Estemos atentos a no traicionar este fin y a ser en cada instante más de la Inmaculada. De esto depende todo el desempeño externo y toda nuestra actividad.
- Nuestro fin es acrecentar el amor hacia Ella y abrazar con su amor a todo el mundo. Para este fin trabajamos, sufrimos y queremos continuar trabajando hasta la muerte.
- La Cruz es la escuela del amor.
- Lo esencial no es actuar según nuestras ideas, sino de ponernos entre sus manos. Ella es quien mejor puede realizar la gloria de Dios, mientras que nosotros echamos a perder muchas cosas. Todo depende de nuestra perfecta docilidad hacia Ella.
- Aquel que ama generosamente a la Inmaculada, se salvará y se santificará él mismo y ayudará a otros a santificarse.
- Nunca tengas miedo de amar demasiado a la Virgen. Jamás podrás amarla más que Jesús.
- Señora mía, Reina mía, Madre mía, has mantenido tu palabra, para esta hora he nacido.
- Toda conversión y toda santificación son obra de la gracia, y Ella es la Medianera de todas las gracias. Entonces, Ella sola basta para implorar y dar las gracias.
- La Inmaculada, ¡ese es nuestro ideal! Acercarse a Ella y asemejarnos a Ella. Dejar que Ella domine nuestro corazón y todo nuestro ser, que Ella viva y obre en nosotros y por nosotros y que Ella misma ame a Dios con nuestro corazón, para pertenecer totalmente a Ella sin condiciones. ¡Ese es nuestro ideal!
- Vive siempre como si éste fuera el último día de tu vida, porque el mañana es inseguro, el ayer no te pertenece, y solamente el hoy es tuyo.
- Por Jesús soy capaz de padecer aún más.
Preguntas frecuentes
¿Quién fue y que hizo Maximiliano Kolbe?
Maximiliano Kolbe fue un sacerdote católico polaco que vivió durante el siglo XX y es conocido por su valentía y su dedicación a los demás. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue enviado al campo de concentración de Auschwitz por su oposición al régimen nazi. Allí, demostró un gran coraje y compasión hacia los demás prisioneros y fue conocido por su dedicación a ayudar a los demás a mantener la fe y la esperanza.
El padre Kolbe ofreció confesiones y celebró misas clandestinas en el campo de concentración, y también hizo todo lo posible por ayudar a los demás prisioneros a mantenerse a salvo y a mantener su dignidad. Además, cuando un padre de familia fue seleccionado para ser ejecutado, el padre Kolbe se ofreció voluntariamente para morir en su lugar, demostrando un gran acto de amor y sacrificio hacia los demás.
¿Qué enseñanza nos deja Maximiliano Kolbe?
Maximiliano Kolbe fue un sacerdote católico polaco que vivió durante el siglo XX y es conocido por su valentía y su dedicación a los demás. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue enviado al campo de concentración de Auschwitz por su oposición al régimen nazi. Allí, demostró un gran coraje y compasión hacia los demás prisioneros y fue conocido por su dedicación a ayudar a los demás a mantener la fe y la esperanza.
Una de las enseñanzas más importantes que nos deja Maximiliano Kolbe es la importancia de tener una actitud de servicio hacia los demás y de hacer todo lo posible para ayudar a los demás, incluso en las circunstancias más difíciles. También nos muestra la importancia de tener una fe fuerte y de no renunciar a ella, incluso en momentos de gran adversidad.
Además, la historia de Maximiliano Kolbe nos enseña la importancia de resistir la opresión y la injusticia y de luchar por la libertad y la dignidad de todas las personas. Nos recuerda que, aunque a veces pueda ser difícil, es importante tomar una posición en contra de la violencia y la discriminación y trabajar por un mundo más justo y equitativo.
¿Qué hizo el padre Kolbe en el campo de concentración?
El padre Maximiliano Kolbe fue un sacerdote católico polaco que vivió durante la Segunda Guerra Mundial y es conocido por su valentía y su dedicación a los demás. En 1939, después de la invasión de Polonia por parte de los nazis, fue arrestado y enviado a un campo de concentración.
En el campo de concentración de Auschwitz, el padre Kolbe se dedicó a ayudar a los demás prisioneros a mantener la fe y la esperanza. Ofreció confesiones y celebró misas clandestinas, y también hizo todo lo posible por ayudar a los demás prisioneros a mantenerse a salvo y a mantener su dignidad. También se ofreció voluntariamente para morir en lugar de un padre de familia que había sido seleccionado para ser ejecutado, demostrando un gran acto de amor y sacrificio hacia los demás.
El padre Kolbe fue beatificado por la Iglesia Católica en 1971 y fue canonizado como santo en 1982. Es conocido como el “Santo de Auschwitz” y es venerado como un mártir y un ejemplo de compasión y valentía.
¿Cómo murió Maximiliano Kolbe?
Maximiliano Kolbe murió en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial. Fue seleccionado para morir en un bloque de castigo llamado la “Cámara de la Muerte”, tras ofrecerse a morir en lugar de un padre de familia que había sido elegido para ser ejecutado. Se le inyectó al padre Kolbe con una dosis letal de ácido fénico y murió el 14 de agosto de 1941.