En 1939, a Günther von Kluge se le confió el 4º Ejército durante la campaña de Polonia, que dirigió brillantemente desde Pomerania hacia el este (el Corredor Polaco).
Participó victoriosamente en la campaña de Francia y, a continuación, fue ascendido a mariscal y enviado al frente de Rusia para sustituir al mariscal von Bock, donde se distinguió valientemente frente a Moscú, al frente del Grupo de Ejércitos “Centro”.
En 1943, se opuso a la ofensiva soviética en Kursk y Orel. Sucedió a von Rundstedt en 1944, después de que éste fuera derrotado por los aliados en Normandía.
Mientras tanto, sus diferencias sobre la estrategia de guerra con el propio Hitler se habían acentuado, lo que le llevó a acercarse al grupo de opositores que preparaban el ataque del 20 de julio de 1944. Su contraataque a Mortain fracasó y cayó en desgracia a los ojos del Führer.
De personalidad compleja, von Kluge es también conocido por sus frecuentes enfrentamientos con sus famosos subordinados Guderian y Rommel.
Sospechando que iba a ser detenido por los nazis, que conocían sus contactos con la oposición, prefirió suicidarse en coche, tras dejar una carta a Hitler en la que le aconsejaba emprender negociaciones de paz para evitar el inminente colapso.