Glyndwr Michael

Glyndwr Michael (4 de enero de 1909 – 24 de enero de 1943) fue un vagabundo semianalfabeto cuyo cadáver se utilizó en la Operación Mincemeat, el exitoso plan de engaño de la II Guerra Mundial que atrajo a las fuerzas alemanas a Grecia antes de la invasión aliada de Sicilia.

La invasión fue un éxito, y las bajas aliadas fueron varios miles menos de las que se habrían esperado si el plan de engaño hubiera fracasado.

Michael nació en Aberbargoed, Gales. Su padre Thomas, minero del carbón, se suicidó cuando él tenía quince años; su madre murió más tarde, cuando él tenía treinta y uno. Michael, sin hogar, sin amigos, deprimido y sin dinero, se fue a Londres, donde vivió en la calle.

Le encontraron en un almacén abandonado cerca de King’s Cross, habiendo ingerido veneno para ratas que contenía fósforo.

Es posible que se tratara de un suicidio, aunque una teoría alternativa sugiere que tal vez intentara desesperadamente conseguir algo de comer, ya que el veneno que ingirió era una pasta untada en cortezas de pan para atraer a las ratas.

Cuando Bentley Purchase, forense del distrito londinense de St. Pancras, obtuvo el cadáver del galés de 34 años, lo identificó como en las condiciones adecuadas para un hombre que, al parecer, había flotado hasta la orilla varios días después de haber muerto en el mar por hipotermia y ahogamiento.

Tras ser ingerido, el fosfuro reacciona con el ácido clorhídrico del estómago, generando fosfina, un gas altamente tóxico. El forense Purchase explicó: “Esta dosis no fue suficiente para matarle del todo, y su único efecto fue perjudicar de tal modo el funcionamiento del hígado que murió poco tiempo después”, dejando pocas pistas sobre la causa de la muerte.

Antes de Michael, encontrar un cadáver utilizable había sido difícil, pues las indagaciones indiscretas provocaban habladurías, y era imposible decir a los parientes más próximos de un muerto para qué se quería el cadáver. Los padres del muerto habían muerto y no se encontró a ningún pariente conocido.

El cadáver fue entregado con la condición de que nunca se revelara la verdadera identidad del hombre. Ewen Montagu afirmó más tarde que el hombre había muerto de neumonía y que se había contactado con la familia y se había obtenido su permiso, pero nada de esto era cierto.

El 30 de abril, el teniente Jewell, capitán del submarino Seraph, leyó el Salmo 39 y el cuerpo de Michael fue empujado suavemente al mar, donde la marea lo llevaría a tierra frente a Huelva, en la costa atlántica española.

El cuerpo de Michael fue recogido por un pescador y fue enterrado como Mayor William Martin con todos los honores militares. Su tumba se encuentra en el cementerio onubense de Nuestra Señora, en la sección de San Marcos. La lápida dice

William Martin, nacido el 29 de marzo de 1907, fallecido el 24 de abril de 1943, amado hijo de John Glyndwyr y de la difunta Antonia Martin de Cardiff, Gales, Dulce et Decorum est pro Patria Mori, R.I.P.

La frase latina se traduce como “Es dulce y decoroso morir por la patria”. Sin embargo, en 1998, el gobierno británico reveló la verdadera identidad del cadáver. A la lápida se añadió: “Glyndwr Michael; Sirvió como Mayor William Martin, RM”.

Una placa conmemorativa de Glyndwr Michael se encuentra ahora también en el memorial de guerra de Aberbargoed. Lleva por título “Y Dyn Na Fu Erioed” (traducción: “El hombre que nunca fue”).


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