Ernst Julius Röhm (Múnich, 28 de noviembre de 1887 – Munic, 2 de julio de 1934) fue un militar alemán, comandante y cofundador de las Sturmabteilung.
Inicios
Röhm sirvió como oficial en el ejército bávaro durante la Primera Guerra Mundial, en la que fue gravemente herido en la cara en Lorena, Francia.
Después de la guerra, en 1918, entró en las Freikorps, una de las milicias que se formaron en Múnich como reacción contra la República de Weimar.
En 1920, se afilió al NSDAP en el que ayudó a organizar las Sturmabteilung (SA), una milicia que tenía por función proteger a los líderes del partido y atacar a los oponentes políticos.
Röhm participó en 1923 en el fallido Golpe de Estado de Múnich, por lo que tuvo que pasar quince mesas en prisión, donde se hizo amigo íntimo de Adolf Hitler. Una vez liberado en 1924, trabajó como Hitler para reconstruir el partido, pero sus diferencias se hicieron importantes.
En abril de 1924 ayudó a crear el Frontbann como alternativa legal a la temporalmente ilegalizada SA, siendo diputado por el hasta que dimitió en 1925 y fue a Bolivia como asesor militar.
El regreso a Alemania
Hitler personalmente pidió a Röhm que volviera a Alemania para hacerse cargo de la dirección de las Sturmabteilung, cargo que aceptó en 1931, aportando nuevas ideas y rellenando la dirección con amigos personales.
Los rumores sobre las prácticas homosexuales entre los miembros de la dirección de las SA les costaron la animadversión de los militares de carrera y otros miembros del partido, que recelaban del poder de la milicia.
Caída en desgracia
Cuando los nacionalsocialistas legaron el poder en 1933, el ala izquierda del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanas (NSDAP) seguía creyendo en el socialismo que daba número al partido, propugnando la nacionalización de las grandes empresas, el reparto de beneficios a los trabajadores, y rebajas en los tipos de interés, cuestiones todas ellas anatema por los empresarios que habían ayudado a la llegada al poder de Hitler.
Röhm habló sobre una “según revolución” y pidió actuar contra los reaccionarios al igual que habían actuado contra los comunistas durante la consolidación del partido en los años anteriores.
Hitler se comprometió con los empresarios alemanes, y esto abrió una brecha entre él y las SA. Las Sturmabteilung las formaban básicamente las clases trabajadoras anticapitalistas, que esperaban ganar la revolución luchándola en las calles.
Röhm creía que debían convertirse en el núcleo de un ejército revolucionario, pero Hitler creía que una vez en el poder ya no los necesitaba, porque quería el apoyo del ejército para asegurarse la presidencia cuando von Hindenburg muriera, dado el suyo débil estado de salud.
A principios de junio de 1934, von Hindenburg, forzó a Hitler con la amenaza de que o se pacificaba Alemania o declararía la Ley marcial, lo que le retiraría el poder, y este pactó con el Reichswehr suprimir las SA y cancelar los planes para la “segunda revolución”.
La Noche de los cuchillos largos
Los jefes nacionalsocialistas, incluyendo Heinrich Himmler y Hermann Göring falsificaron un informe sugiriendo que Röhm planeaba un golpe de estado contra Hitler, con el apoyo de Francia.
Al principio Hitler rechazó las acusaciones, pero le alertó de que los SA tenían suficiente potencial como para sacarle del poder si lo hubieran estimado, y la presión ejercida por von Hindenburg condujo a que Hitler ordenara la ejecución de los líderes de la SA, entre ellos Ernst Röhm, en la noche del 30 de junio y el 1 de julio de 1934, en lo que se conoce como la Noche de los cuchillos largos.