Montgomery fue un general inglés (Kennington, Londres, 17 de noviembre de 1887 – Alton, 24 de marzo de 1976) miy célebre en la Segunda Guerra Mundial en el bando de los Aliados.
En 1942, tras la repentina muerte del general Gott en un accidente aéreo, Churchill se vio obligado a nombrar al general Montgomery comandante del Octavo Ejército, junto al comandante supremo de Oriente Medio, el general Alexander.
El Primer Ministro instó al nuevo comandante a actuar de inmediato, consciente de que la pérdida de África habría supuesto el fin de todas las esperanzas británicas ante la hegemonía de Rommel en el terreno, pero Montgomery se demoró, refiriéndose perentoriamente a la idea de que sólo una superioridad absoluta de fuerzas sobre el enemigo habría conducido a la victoria decisiva en África, como ya había intentado en vano su predecesor Auchinleck hacer comprender a Churchill.
Después de haber reorganizado el Cuerpo de Ejército, reforzado por la aportación de decenas de tanques Sherman, cañones y aviones estadounidenses y ante las graves dificultades de abastecimiento de las Afrika Korps, Montgomery lanzó una ofensiva aplastante contra el ejército italo-alemán, aplastándolo en El Alamein.
Las divisiones italianas Ariete y Folgore lucharon sin cesar hasta el final, terminando destruidas, mientras que Rommel se vio obligado a retirarse hasta Túnez, con enormes pérdidas humanas y materiales.
El Alamein significó para los británicos una redención psicológica ante los inciertos resultados bélicos obtenidos hasta ese momento del conflicto.
Al frente del Octavo Ejército, Montgomery fue llamado a la Campaña de Italia y consiguió avanzar victoriosamente hasta Pescara.
En 1944, bajo el mando directo de Eisenhower, Montgomery dirigió el desembarco de Normandía, que se llevó a cabo con medios impresionantes y se ejecutó con gran habilidad, haciendo gala una vez más de una fuerza desproporcionada.
Sin embargo, la marcha hacia Alemania no estuvo exenta de errores tácticos atribuibles al General: la Operación Market Garden costó a Arnhem el sacrificio de tres divisiones sin producir los resultados deseados y la contraofensiva de von Runstedt en las Ardenas apenas fue contenida.
Las relaciones con Eisenhower, ya tensas en el momento del desembarco de Normandía, se agriaron aún más: Montgomery acusó al comandante estadounidense de haber permitido a los soviéticos conquistar Berlín con su indecisión.
En 1945, tras haber liberado Bruselas, Westfalia, Hannover y Lübeck, Montgomery aceptó la rendición incondicional del sector germánico del noroeste y en 1946 fue nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército británico.
Amado por sus hombres, riguroso en su autodisciplina, aunque era característicamente liberal en cuanto a uniformes y etiqueta (hizo famoso el abrigo con capucha y botones de madera y cordones que llevaba en cada ocasión y que tomó su nombre), Montgomery es recordado por sus despiadadas convicciones maniqueas hacia sus enemigos (en particular los italianos, considerados cobardes y nunca verdaderos cobeligerantes incluso después del armisticio), pero también hacia los aliados estadounidenses.
Sus memorias suscitaron una gran controversia en todo el mundo y contribuyeron a aumentar su reputación de inglés de pura cepa.