Albert Kesselring se convirtió en Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea alemana en 1936 y tres años después, durante la invasión de Polonia, comandó la flota aérea del Grupo de Ejércitos “Norte”.
Ordenó el bombardeo de Varsovia y posteriormente de Rotterdam. Fue nombrado mariscal tras la campaña de Francia y el ataque aéreo a Dunkerque.
Participó en la Batalla de Inglaterra en 1940 y luego se trasladó al frente ruso al mando de todas las fuerzas aéreas alemanas.
Al año siguiente se convirtió en comandante en jefe del frente sur en enlace con el Afrika Korps, compartiendo con Rommel la dirección de las tropas alemanas desde la retirada de Túnez hasta el traslado de las operaciones de guerra a la península italiana, donde, a partir de 1943, estuvo al mando del Grupo de Ejército “A” en el sur de Italia.
Aquí organizó la defensa de la línea “Gustav”, retrasando el avance aliado desde el sur, y resistiendo enérgicamente en la zona de Montecassino con continuos contraataques a la cabeza de puente que los angloamericanos habían establecido en Anzio.
Comandante de todas las fuerzas alemanas desplegadas en Italia, se vio sin embargo obligado a retirarse hacia el norte en 1944 tras perder Roma. Mientras estaba destinado con sus tropas en la línea “Gótica”, Hitler le llamó para sustituir a von Rundstedt como comandante supremo del Frente Occidental.
Tras caer en manos de los aliados, Kesselring fue condenado a muerte en un primer momento, con la sentencia conmutada por cadena perpetua, y finalmente amnistiado en 1952 debido a su mal estado de salud.