En otoño de 1940, el ejército alemán había arrasado gran parte de Europa Occidental. Francia había caído. Italia entró en la guerra del lado de Hitler. Los convoyes aliados que transportaban suministros vitales a Gran Bretaña estaban siendo atacados por asaltantes de superficie y submarinos del Eje.
Los submarinos alemanes, que operaban desde bases recién adquiridas en Francia, empleaban tácticas de manada de lobos desarrolladas por el almirante alemán Karl Dönitz.
Los submarinos se desplegaron en líneas de patrulla y barrieron el Atlántico. Cuando se detectaba un convoy, un submarino informaba de la posición del enemigo al cuartel general, que ordenaba a los submarinos cercanos que formaran una manada.
A continuación, el grupo atacaba conjuntamente, arremetiendo contra los convoyes para desbordar a sus escoltas protectoras. Fue el comienzo de lo que los submarinistas alemanes llamaban la “época feliz”, cuando sus submarinos merodeaban por el Atlántico sin apenas temor a represalias.
Pero no eran sólo los submarinos alemanes los que acechaban la navegación aliada.
Los submarinos italianos entran en guerra
El submarino de clase Marcello Comandante Faa di Bruno, comúnmente conocido como Faa di Bruno, fue construido en la primavera de 1938 y entregado a la Regia Marina (Marina Real Italiana) en otoño de 1939. Fue asignado a la división de submarinos de La Spezia, bajo el mando del teniente Aldo Enrici. Tras dos patrullas poco destacadas en el Mediterráneo, se le ordenó ir al Atlántico.
El despliegue de submarinos italianos en el Atlántico Norte reforzó la presencia alemana en la zona. Sin embargo, la Kriegsmarine (marina de guerra alemana) pronto descubrió que la armada italiana era “inadecuada en diseño, equipamiento, entrenamiento, doctrina y temperamento para la campaña del Atlántico”.
Para compensar sus primeras debilidades, los submarinos italianos fueron enviados más mar adentro para actuar como ojos de las manadas de lobos. La fuerza submarina italiana también tuvo dificultades en este papel. Durante octubre y noviembre de 1940, Donitz escribió sobre sus aliados italianos que “ni en una sola ocasión, los italianos consiguieron poner en contacto a sus aliados alemanes con el enemigo.”
En medio de estas luchas, al Faa di Bruno se le asignó una zona de patrulla al oeste de Escocia. Debía patrullar en busca de convoyes aliados y regresar a Francia el 5 de enero de 1941. El submarino abandonó su puesto de atraque en Burdeos, Francia, el 31 de octubre para su tercera y última patrulla, y nunca más se supo de él.
La acción
El 6 de noviembre de 1940, el carguero Melrose Abbey fue atacado por un submarino en superficie y emitió una llamada de socorro. El buque de guerra canadiense HMCS Ottawa y el HMS Harvester de la Royal Navy fueron destacados de sus tareas de escolta para prestar ayuda.
El Ottawa, un destructor de clase C al mando del comandante Rollo Mainguy, y el Harvester, un destructor de clase H, llegaron a tiempo para enfrentarse al submarino en la superficie. Fue la primera vez que un buque de guerra canadiense entró en contacto con el enemigo en el mar durante la Segunda Guerra Mundial.
El Ottawa disparó cinco salvas con su cañón antes de que el submarino se sumergiera. Durante cinco horas los dos buques cazaron y atacaron al submarino.
Durante este tiempo, el Harvester y el Ottawa realizaron juntos nueve ataques contra el barco enemigo, lanzando 83 cargas de profundidad en las proximidades del enemigo sumergido. Se oyeron explosiones submarinas, se perdió el contacto con el submarino y se formó una mancha de aceite en la superficie.
El Harvester y el Ottawa se proclamaron vencedores y regresaron a sus tareas de escolta sin poder permanecer en el lugar de la batalla para obtener pruebas más decisivas del submarino destruido, debido al riesgo de nuevos ataques de patrullas enemigas.
Sin avistamiento de restos, partes del cuerpo o supervivientes, el Almirantazgo evaluó que el submarino había sido “probablemente dañado” por la acción conjunta canadiense-británica.
Reevaluación
El ataque se produjo al oeste de Irlanda, entre Burdeos y la zona de patrulla del Faa Di Bruno. En la década de 1980 -más de 50 años después del encuentro- el Almirantazgo reevaluó la acción basándose en sus propios registros y en los de la Marina italiana, y otorgó una muerte decisiva al Ottawa y al Harvester.
Con esta reevaluación, el Faa di Bruno se convirtió oficialmente en el primer buque de guerra enemigo destruido en acción por la RCN. La postura oficial italiana es que se desconoce la naturaleza de la desaparición del Faa di Bruno, “perdido en una fecha indefinida entre el 31 de octubre de 1940 y el 5 de enero de 1941”.
Epílogo
El comandante Rollo Mainguy, capitán del Ottawa, se retiró de la RCN como vicealmirante. Además de comandar el Ottawa, comandaría el Assiniboine y el Uganda durante la guerra, y sería nombrado Oficial de Bandera de la Costa del Pacífico cuando cesaron las hostilidades. Dos años más tarde fue nombrado Oficial de Bandera de la Costa Atlántica.
En 1949, Mainguy dirigió una comisión que investigó tres motines de la RCN en la posguerra, presidiendo un informe que mejoraría las condiciones de vida a bordo de los buques de la RCN y forjando planteamientos progresistas en materia de liderazgo y política. Se jubiló como Jefe del Estado Mayor Naval en 1956 y murió en 1979, cinco años antes de que el Almirantazgo británico reevaluara la destrucción del Faa di Bruno.
El HMCS Ottawa y el HMS Harvester fueron torpedeados y hundidos por submarinos alemanes antes de que terminara la guerra.