El bombardeo de las presas de Möhne y Eder en la Segunda Guerra Mundial

La “Operación Chastise“, también conocida como el bombardeo de las presas de Möhne y Eder, fue llevada a cabo por la Fuerza Aérea Real Británica (RAF) en la primavera de 1943 durante la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo de la operación era causar daños masivos en la retaguardia de Alemania destruyendo las presas y embalses de la cuenca industrial del Ruhr, donde se encontraban más de 60 minas de carbón y la Acería Krupp.

La misión presentaba una gran dificultad ya que si se agujereaba la parte superior de la presa, el desbordamiento sería mínimo, mientras que el uso de torpedos no resultaría efectivo debido a las redes y cadenas antitorpedos.

Para superar este obstáculo, el ingeniero Barnes Wallis desarrolló la “Bomba Rebotante” o “Upkeep Bomb”, un cilindro metálico cargado con explosivo que se lanzaba desde una distancia cercana al objetivo y a una velocidad de 354 kilómetros por hora. La bomba rebotaba sobre el agua hasta que chocaba contra la presa, momento en el que se sumergía y detonaba en el fondo del embalse, causando un gran daño en la estructura.

La “Operación Chastise” fue llevada a cabo por 19 bombarderos Lancaster modificados, conocidos como “Dambusters”, y una tripulación de 133 miembros, que incluía pilotos, copilotos, ingenieros y artilleros de ambos lados del Atlántico. La noche del 16 de mayo de 1943, los aviones despegaron de sus bases en Lincolnshire y se dirigieron a Alemania.

El bombardeo tuvo lugar en la madrugada del 17 de mayo y fue un éxito en términos de destrucción. La presa de Möhne fue rompida en tres puntos y su desbordamiento causó graves daños en la cuenca industrial del Ruhr. La presa de Eder también sufrió daños significativos y su desbordamiento afectó a varias áreas rurales. Sin embargo, el costo de la operación fue alto, ya que ocho aviones y 53 miembros de la tripulación fueron perdidos durante el ataque.

A pesar de los altos costos, el bombardeo de las presas de Möhne y Eder fue considerado un éxito táctico y estratégico por la RAF. Los daños causados en la retaguardia alemana retrasaron la producción de armamento y otros suministros durante varios meses, lo que tuvo un impacto en el curso de la guerra.

Además, la audacia y valentía demostradas por la tripulación del “Dambusters” se convirtió en una historia de leyenda y se celebra hasta el día de hoy como un logro militar importante.

Aunque el bombardeo de las presas de Möhne y Eder fue efectivo en causar daños a la retaguardia alemana, tuvo también consecuencias negativas. Más de 1.300 personas, principalmente civiles, murieron como resultado de las inundaciones causadas por el desbordamiento de las presas y muchas más quedaron sin hogar.

Además, la destrucción de las presas y los daños a la cuenca industrial del Ruhr tuvieron un impacto en la población local, que tuvo que enfrentar el desempleo y la escasez de suministros.

En resumen, el bombardeo de las presas de Möhne y Eder fue una operación militar importante llevada a cabo por la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque tuvo éxito en causar daños significativos a la retaguardia alemana, también tuvo consecuencias negativas para la población civil y local. A pesar de todo, la valentía y el heroísmo demostrados por la tripulación del “Dambusters” sigue siendo recordado y celebrado hasta el día de hoy.