Durante la Segunda Guerra Mundial, la tecnología no era lo que es hoy y hasta la comunicación entre dos ciudades era un reto, por no hablar de entre dos países diferentes. Por esta razón, el uso de las “palomas mensajeras” era vital, ya que entregaban mensajes vitales entre los Aliados.
Cuando las tropas aliadas atacaron las defensas alemanas en Normandía en la Operación Overlord, algunas palomas fueron enviadas durante la batalla a Gran Bretaña. Las aves formaban un enlace de comunicación vital a través del Canal de la Mancha, lo que ayudó a la invasión.
Los Aliados reunieron la mayor fuerza anfibia de la historia para realizar el histórico desembarco en las playas de Normandía. Como no había un enlace de comunicaciones electrónicas seguras entre las fuerzas en Francia y el cuartel general en Gran Bretaña, los oficiales de campo dependían de las centenarias palomas mensajeras.
De estas aves enviadas para entregar información sobre la batalla en las playas normandas, Gustav fue la paloma más rápida en volar por el canal y entregar el mensaje. Por esta misma razón, el ave fue premiada con la Medalla Dickin por su rapidez y servicio.
Este no fue el único uso de los animales en la Segunda Guerra Mundial, ya que las palomas se utilizaron en la contienda durante un tiempo hasta que las fuerzas aliadas establecieron un enlace de comunicación seguro entre Gran Bretaña y el continente.
Autor: Liber Prieto