Los bastardos de Renania (en alemán, Rheinlandbastarde) era el término peyorativo utilizado para describir a la descendencia de mujeres alemanas y hombres negros durante el periodo de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. Durante el gobierno nazi fueron discriminados y esterilizados a la fuerza. No fueron enviados a campos de concentración o de exterminio, pero sufrieron una enorme discriminación.
Origen del término
El término “bastardos de Renania” se puso de moda después de 1919, cuando las tropas francesas ocuparon Renania. Entre estas tropas francesas había soldados negros africanos de las colonias francesas, algunos de los cuales (al igual que otros soldados aliados) mantuvieron relaciones con mujeres alemanas.
Los hijos resultantes de estas relaciones se llamaban “bastardos renanos” porque se decía que eran hijos ilegítimos, es decir, bastardos. Aunque esto no era en absoluto cierto en todos los casos, el término se impuso.
La ocupación de Renania fue considerada por los alemanes como una desgracia y una humillación nacional. El hecho de que lo hicieran tropas coloniales “inferiores” no hizo más que aumentar la vergüenza a ojos de los alemanes.
Los alemanes eran despreciados por mantener relaciones amistosas con estas tropas, y una relación sexual con alguien de una “raza inferior”, que diera lugar a hijos, era considerada tabú por la mayoría. Las mujeres eran vistas como “p*tas y traidoras” y los niños eran despreciados.
Una segunda categoría de hijos mixtos, también llamados bastardos renanos por conveniencia, estaba formada por los descendientes de alemanes que habían vivido y trabajado en las colonias alemanas, se habían casado allí con una mujer nativa y ahora se veían obligados a regresar a Alemania. A estos y a todos los demás niños mixtos también se les llamaba bastardos de Renania y se les discriminaba.
Los bastardos de Renania bajo el dominio nazi
En 1933 Adolf Hitler y su NSDAP llegaron al poder. No tenían buena disposición hacia los Bastardos de Renania. El propio Hitler ya había escrito en Mein Kampf que “los judíos llevaron a los negros al Rin”, y que los franceses se habían dejado mezclar tanto con los negros que Francia era un “Estado africano en Europa”, “que se extiende desde el Congo hasta el Rin”.
Además, desde hacía mucho tiempo existían movimientos fuera de Alemania que destacaban la “inferioridad de la raza negra” y argumentaban en contra de cualquier mezcla con los blancos. Los nazis se opusieron a toda expresión cultural negra, e incluso prohibieron el jazz que había sido popular en Alemania hasta entonces.
El Kaiser-Wilhelm-Institut für Anthropologie, menschliche Erblehre und Eugenik (KW1), dirigido por Fritz Lenz y Eugen Fischer, estaba del lado de los nazis. Abel, colaborador de Fischer, afirmó que la raza aria sufriría “terribles consecuencias” si los Bastardos de Renania seguían mezclándose con la población alemana, a pesar de su escaso número.
Aunque no se tomaron medidas legales específicas contra ellos, el KW1, bajo el mando de Fischer, se inició un infame programa de esterilización en colaboración con la Gestapo.
A partir de 1937, los funcionarios locales debían facilitar a la Gestapo los datos de las personas de ascendencia mixta que vivían en su zona, y la Gestapo las acorralaba y esterilizaba en secreto. El programa se basaba en la Ley para la prevención de la descendencia de las personas con enfermedades hereditarias de 1933. Este programa sólo se aplicaba a Renania.
En total, unos 400 bastardos renanos fueron esterilizados. Después de 1937 se les dejó relativamente al margen del esfuerzo persecutorio, ya que los nazis se concentraron en los judíos y los gitanos y consideraron “completa” su tarea eugenésica con respecto a los bastardos de Renania.
Los Bastardos de Renania no fueron metidos en guetos o campos de concentración ni asesinados como los judíos, gitanos, comunistas, testigos de Jehová y homosexuales. Tampoco fueron sometidos al programa de eutanasia Aktion T4.
Sin embargo, fueron tratados como ciudadanos de segunda clase, inferiores a los alemanes “arios” en todo, lo que significaba que tenían más dificultades para conseguir trabajo y comida, y no se les permitía servir en el ejército alemán.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Eugen Fischer, a pesar de su contribución a la eugenesia nazi y su papel en la esterilización de los Bastardos de Renania, se distanciaría de la doctrina nazi. Sin embargo, más tarde hablaría favorablemente del régimen del Apartheid y soñaría con un “África blanca”.
Debido principalmente a su escaso número, los Bastardos de Renania son una categoría “olvidada” de víctimas del régimen nazi. Por ello es necesario recordarlos. Si te interesa este tema, hjay una película recomendable que toca este tema: Cuando el amor de toca.