La Línea Gustav, conocida también como Línea de Invierno, fue una serie de fortificaciones defensivas construidas en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Su función principal era proteger el acceso a Roma, en caso de una invasión aliada.
Fue una de las principales obras de la Organización Todt. La principal línea fortificada era conocida como la Línea Gustav, construida de costa a costa, desde el río Garigliano hasta el mar Tirreno en el oeste, y a través de los Apeninos hasta la desembocadura del río Sangro en la costa del mar Adriático en el este.
Se componía de fortalezas y búnkeres de hormigón, líneas de alambre de espino, torres de armas y campos de minas.
En el lado occidental de los Apeninos, había dos líneas subsidiarias:
- La Línea Bernhardt, frente a las posiciones principales de la línea Gustav, protegiendo los posibles desembarcos en Nápoles y Salerno;
- La Línea Hitler, situada a unos 8 kilómetros de la retaguardia, cuya función principal era contener los posibles desembarcos en Anzio.
La Línea Gustav era considerada la más fuerte de las líneas defensivas alemanas al sur de Roma, defendida por 15 divisiones del ejército, bajo el mando del general Albert Kesselring.
En el centro de esta línea se encontraba una de las principales vías de acceso a Roma (la ruta 6), que corría paralela al río Liri.
Como ancla de esta posición estaban los Apeninos, con un punto especialmente estratégico: la ciudad de Cassino, donde se encontraba la Abadía de Monte Cassino, y desde la que se podía controlar el acceso a todo el valle.
Desde noviembre de 1943 hasta mayo de 1944, la región fue objeto de grandes batallas, libradas entre las fuerzas aliadas, que habían desembarcado en el sur de Italia, y las fuerzas alemanas e italianas.