La Batalla de Prusia Oriental fue una ofensiva del Ejército Rojo en su lucha contra la Wehrmacht en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial.
Esta ofensiva se extendió desde el 13 de enero hasta el 25 de abril de 1945.
La Batalla de Königsberg fue parte de la ofensiva. La ofensiva acabó con una victoria total para el Ejército Rojo y la rendición de los defensores alemanes del Grupo de Ejércitos Centro.
Debe remarcarse que lo que comúnmente se conoce como la Ofensiva de la Prusia Oriental de hecho fue la Segunda Ofensiva de la Prusia Oriental. La primera, también conocida como la Operación Goldap-Gumbinnen, tuvo lugar entre el 16 y el 30 de octubre de 1944, y fue conducida por el 3º Frente de Bielorrusia bajo las órdenes del General Ivan Cherniakhovski.
Las fuerzas soviéticas sufrieron graves pérdidas, por unas ganancias territoriales mínimas, y la ofensiva fue pospuesta hasta la llegada de refuerzos.
En un inicio, la operación fue conducida por el 3er Frente de Bielorrusia del general Cherniakhovski, que murió en acción durante la operación. Fue sucedido al mando por el General Vassilevski.
Entre el 13 de enero y el 10 de febrero de 1945 el 2º Frente de Bielorrusia del Mariscal Rokossovsky también participó de la ofensiva, antes de ser desviado para conducir la Ofensiva de la Pomerania Oriental, junto con el 1er Frente de Bielorrusia, en dirección oeste.
Ambos frentes sumaban cerca de 1,6 millones de hombres, y tuvieron unas bajas de cerca de 580.000 (muertos, heridos y desaparecidos) durante la operación.
Del 1 de marzo al 4 de abril, el 1er Frente de Bielorrusia contribuyó con 360.000 hombres y sufrió 52.000 bajas en la batalla de Prusia Oriental.
Un motivo por las grandes pérdidas fue la existencia de fortificaciones en las ciudades y en las fronteras, usadas de nuevo por la Wehrmacht.