Batallas poco conocidas de la Segunda Guerra Mundial

La magnitud de la Segunda Guerra Mundial fue tal, que muchas batallas relevantes han caído prácticamente en el olvido por haber sido relativamente pequeñas, haber ocurrido fuera de los 3 frentes más conocidos, haber logrado objetivos estratégicos pero no espectaculares o haber sido ensombrecidas por otras batallas mayores libradas al mismo tiempo.

Te presentamos a continuación una selección de las batallas y operaciones menos conocidas pero no por ello menos importantes de la Segunda Guerra Mundial: la batalla de La Haya, la operación Iskra, el sitio de Lille, la operación Dragoon, la batalla del estuario de Scheldt, la batalla de Creta, la ofensiva de Yelnya, la batalla de Samar, la batalla de Suomussalmi, la evacuación de Sicilia, la operación Marte y las batallas de Jaljin Gol. ¡Allá vamos!

Batalla de La Haya (10 de mayo de 1940)

La Batalla de La Haya consistió en la ofensiva de paracaidistas alemanes sobre la ciudad holandesa de La Haya y tenía por objetivo que el gobierno capitulase y evitara así una batalla terrestre más larga y destructiva.

Los holandeses perdieron aeródromos en las afueras pero consiguieron defender la ciudad, realizando una maniobra de contraataque y capturando de nuevo los aeródromos. Causaron grandes bajas entre los paracaidistas alemanes y mantuvieron sus posiciones defensivas hasta que la situación se hizo insostenible y tuvieron que retirarse.

En solo un día de combate, los Nazis perdieron 125 aviones de transporte. Esta pérdida complicó aún más la logística del plan de Adolf Hitler de invadir Gran Bretaña y contribuyó al déficit crónico de aviones de transporte que sufrió la Luftwaffe durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.

Esta falta de transportes se haría patente en el Frente Oriental, especialmente en la Batalla de Stalingrado. En esa ocasión el 6.º Ejército de Paulus vio cómo se incumplía la promesa de recibir suministros adecuados por lanzamiento aéreo.

Estos problemas de suministros, originados por la poco conocida Batalla de La Haya, fueron decisivos en la rendición del Ejército Alemán en Stalingrado y marcaron un antes y un después en el curso de la Segunda Guerra Mundial.

Operación Iskra (del 12 al 30 de enero de 1943)

La Operación Iskra (Chispa en castellano) fue un intento de romper el Sitio de Leningrado y de abrir una ruta de suministros que permitiese abastecer una ciudad al borde del colapso. La ciudad de Leningrado había estado prácticamente aislada del resto de la Unión Soviética desde 1942 y dependía totalmente de los pocos suministros enviados a través del lago Ladoga.

El ataque tuvo éxito y logró abrir una carretera hasta Leningrado (que posteriormente sería conocida como “la carretera de la vida”). Pese a que los alemanes aún mantuvieron el sitio de la ciudad durante otro año, esta nueva ruta salvavidas lograría evitar la caída de Leningrado hasta la rotura del cerco por el Ejército Rojo tras una serie de contraofensivas exitosas.

Soldados del Ejército Rojo celebrando el éxito de la Operación Iskra.
RIA Novosti archive, image #602484 / Dmitriy Kozlov / CC-BY-SA 3.0

Sitio de Lille (del 28 de mayo al 1 de junio de 1940)

Durante el punto álgido de la desastrosa evacuación de Dunkerque, los 40 000 soldados aún sin evacuar del 1.º Ejército Francés se atrincheraron en Lille y repelieron un ataque alemán durante cinco días consecutivos. Los alemanes atacaron con más de 100 000 hombres y 800 tanques (el equivalente a más de una octava parte de toda su infantería en Dunkerque y a casi un tercio de sus tanques en Francia).

Durante esos cinco días, más de 250 000 (de un total de 338 226) soldados fueron evacuados de Dunkerque rumbo a Inglaterra. Lo cierto es que el equipo abandonado en las playas podía ser posteriormente reemplazado con ayuda norteamericana, pero los efectivos humanos eran otro asunto bien diferente. Sin los soldados evacuados gracias a la cobertura de los franceses, Gran Bretaña hubiera estado repentinamente indefensa hasta que lograra reunir de nuevo a otro ejército, lo que habría tomado su tiempo y probablemente le hubiera permitido a Hitler invadir las Islas Británicas.

Operación Dragoon (del 15 de agosto al 14 de septiembre de 1944)

La Operación Dragoon fue el nombre en clave de la invasión aliada del sur de Francia. A pesar de haber sido una de las operaciones anfibias más grandes de la Historia, fue ensombrecida por la Operación Overlord y ha caído prácticamente en el olvido a día de hoy.

Las fuerzas aliadas no encontraron gran resistencia debido a los combates en Normandía y lograron aplicar con éxito diversas tácticas de despiste. Al final del primer día ya habían logrado penetrar casi 30 kilómetros en territorio enemigo.

A finales del verano de 1944, el avance de los Aliados desde las cabezas de playa normandas se vio ralentizado por la falta de suministros. La captura de instalaciones portuarias se convirtió en misión primordial dado que los puertos clave del norte de Francia estaban inutilizables.

A mediados de septiembre, los efectivos de la Operación Dragoon lograron unirse con unidades de la vanguardia normanda y comenzaron a recibirse suministros a través del puerto de Marsella.

En la ultima fase de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el sur de Francia suministraba casi un tercio del total de suministros de los Aliados. Por lo tanto, la importancia del éxito de la Operación Dragoon es innegable.

Parte de la flota de invasión de la Operación Dragoon, la invasión del sur de Francia, frente a la costa mediterránea francesa, alrededor de agosto de 1944.
Dominio público, Wikimedia Commons.

Batalla del estuario de Scheldt (del 2 de octubre al 8 de noviembre de 1944)

Esta fue otra operación que tuvo como objetivo la captura de una ciudad portuaria. Los Aliados habían capturado la ciudad de Amberes a principios de septiembre, pero el estuario de Scheldt, con acceso al mar del Norte, aún estaba en manos alemanas. El 1.º Ejército Canadiense (compuesto por solados canadienses, polacos y británicos) tuvo como misión asegurar la zona para permitir la llegada de suministros a Amberes.

La batalla duró poco más de un mes y estuvo caracterizada por interminables asaltos, sucesivos minados del río por parte de los alemanes y captura/defensa de enclaves defensivos fortificados.

El estuario no fue controlado por los Aliados hasta que lograron hacerse con la isla Walcheren, el 5 de noviembre. Amberes, por su parte, no tuvo acceso a suministros hasta el 28 de noviembre, debido a las minas y a los daños que había sufrido el puerto.

Hitler consideraba que Amberes era una ciudad estratégica importante para los aliados: su captura era uno de los objetivos principales de la Batalla de las Ardenas.

Batalla de Creta (del 20 de mayo al 1 de junio de 1941)

La Batalla de Creta terminó en victoria alemana, pero a costa de pagar un alto precio que condicionaría posteriores operaciones de la Wehrmacht.

Guarda bastante parecido con la Batalla de La Haya, dado que consistió en una operación aerotransportada que tenía como objetivo en una primera oleada la captura rápida de aeródromos claves de la isla griega de Creta y en una segunda oleada la ocupación permanente de la isla.

Hitler priorizó los preparativos de la invasión sorpresa de la Unión Soviética y, por consiguiente, los mandos alemanes dispusieron de recursos y tiempo limitados para llevar a buen término toda la operación.

Las unidades de los Aliados (formadas por tropas neozelandesas, australianas, griegas y británicas, junto con civiles armados) sorprendieron a los atacantes alemanes oponiendo bastante resistencia. No obstante, el aeródromo principal de la isla fue tomando debido a problemas de comunicación.

Estos problemas dieron una ventaja táctica a los alemanes, ya que esta captura permitió el aterrizaje de aviones de reabastecimiento con tropas y suministros. Finalmente, la superioridad nazi frente a una fuerza aliada mal equipada se tradujo en una victoria germana.

Ahora bien, la Luftwaffe perdió 370 aviones (destruidos o gravemente dañados) durante la Batalla de Creta, la mayor parte de ellos de transporte. Por este motivo, la Wehrmacht decidió no volver a efectuar campañas con paracaidistas a gran escala, lo que condicionó el abanico ofensivo de los alemanes en sucesivas operaciones militares.

Lanzamiento de paracaidistas alemanes en Creta.
Dominio público, Wikimedia Commons.

Ofensiva de Yelnya (del 30 de agosto al 8 de septiembre de 1941)

La ofensiva de Yelnya forma parte de la Batalla de Smolensko, que terminó en derrota soviética, pero fue el primer contraataque soviético con éxito realizado contra los alemanes. Además, esta ofensiva demostró que la guerra relámpago (el Blitzkrieg) era poco eficaz ante maniobras de embolsamiento: se cobró la vida de 50 000 alemanes.

La ofensiva de Yelnya también sirvió para resucitar la carrera del mariscal Georgy Zhukov, que se había visto frenada por una derrota previa. Tras esta ofensiva, se convirtió en comandante del Frente de Leningrado y se encargaría posteriormente de la defensa y la contraofensiva en la Batalla de Stalingrado. Llegaría a ser el general más condecorado de toda la historia de Rusia.

Batalla de Samar (25 de octubre de 1944)

La Batalla de Samar fue la parte principal de la Batalla del Golfo de Leyte en el Teatro del Pacífico. La Marina Imperial del Japón había expulsado con éxito a las fuerzas estadounidenses de la zona y había atacado ferozmente al resto de unidades con la flota más grande hasta la fecha desde la Batalla de Midway. Los norteamericanos solo disponían de 13 navíos en total, 10 de los cuales eran pequeños (de escolta) y no había ninguno pesado entre ellos.

La flota norteamericana contaba con 6 portaaviones de escolta y su poderío aéreo sería vital durante la batalla. Los ataques aéreos y casi suicidas de los pocos navíos estadounidenses frenaron y dividieron el ataque japonés, a costa de sufrir importantes pérdidas.

Los comandantes nipones creyeron que se enfrentaban a una fuerza mucho mayor de lo que en realidad era debido a la intensidad de los ataques y tuvieron que batirse en retirada.

La Batalla de Samar demostró el gran poder de la supremacía aérea y aniquiló prácticamente a la Marina Imperial del Japón. Solo uno de las diez barcos de guerra pesados nipones volvería a entrar posteriormente en combate.

Batalla de Suomussalmi (del 7 de diciembre de 1939 al 8 de junio de 1940)

La Batalla de Suomussalmi fue la batalla decisiva de la Guerra de Invierno entre Finlandia y la Unión Soviética. Los fineses, a pesar de verse superados en gran número tanto a nivel de efectivos como de material, fueron capaces de frenar el avance del invasor ruso gracias a su movilidad y al hecho de que los rusos confiaban excesivamente en unas pocas carreteras que se adentraban en terrenos boscosos.

El ejército finés también estaba mucho mejor equipado para combatir en las durísimas condiciones del invierno báltico, mientras que el equipamiento de los rusos se congelaba rutinariamente en el frío, al igual que los propios soldados, que no estaban debidamente uniformados para un clima tan extremo. Paradójicamente, en la Operación Barbarroja, serían los alemanes y no los rusos los que sucumbiría ante el General Invierno.

Cabe destacar que este fracaso de la Unión Soviética influyó en gran medida en la decisión final de Hitler de seguir adelante con los preparativos de la invasión de la Unión Soviética.

Evacuación de Sicilia (del 11 de agosto de 1944 al 17 de agosto de 1944)

Aunque las invasiones tanto de Sicilia como Italia son muy conocidas, la importancia que tuvo la evacuación de Sicilia llevada a cabo por el Eje ha sido excesivamente subestimada. Durante una semana, las potencias del Eje fueron capaces de evacuar a 50 000 soldados alemanes y a 70 000 soldados italianos a través del estrecho de Mesina hacia territorio continental italiano.

Los Aliados fueron incapaces de evitar esta evacuación debido a que el plan de invasión no tuvo en cuenta el cansancio de las tropas y la falta de suministros. Los alemanes también llevaron a cabo una acción de retaguardia brillante que logró frenar el avance de los Aliados.

La campaña italiana fue una de las más sangrientas y la más larga de todo el Frente Occidental. Se cobró la vida de aproximadamente 300 000 personas en cada bando.

Muchas de las unidades que lograron escapar de Sicilia siguieron combatiendo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, logrando así que el avance de los Aliados hacia el norte de Italia fuera una lenta agonía para todos.

Operación Marte (del 25 de noviembre de 1942 al 20 de diciembre de 1942)

La Operación Marte fue una ofensiva soviética que tuvo lugar durante la Batalla de Stalingrado y que a día de hoy aún no está debidamente documentada. El Ejército Rojo trató de realizar una táctica de embolsamiento para aislar un saliente alemán al oeste de la capital rusa, consiguiendo así aliviar un poco la presión ejercida por las tropas nazis sobre la ciudad Stalingrado.

Posteriormente, la propaganda diría que sólo se trató de un ataque de despiste, pero tanto el número como la proporción de tropas desplegadas y la ferocidad de la ofensiva sugieren que el fin fue bien distinto.

La operación no consiguió mucho pero se cobró 300 000 vidas rusas y 40 000  alemanas. La Operación Marte se enmarcó en las conocidas como Batallas de Rzhev, que terminaron en total con un millón de hombres muertos.

El área conquistada pasó a conocerse popularmente como “la trituradora de carne de Rzhev”, debido a la encarnizada lucha y al grandísimo número de vidas sacrificadas en esa zona.

Por si estos elementos no fueron suficientes para crear el mismísimo infierno en la Tierra, la ciudad de Rzhev tenía un campo de concentración ubicado en su plaza principal. Sin duda, la Operación Marte fue una de las masacres menos conocidas de toda la Segunda Guerra Mundial.

Batallas de Jaljin Gol (del 11 de mayo al 16 de septiembre de 1939)

Las Batallas de Jaljin Gol precedieron al inicio formal de las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial y forman parte de las Guerras Fronterizas Soviético-japonesas. Hemos decidido incluirla en este artículo porque su resultado no se decidió antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y porque tuvo un efecto indirecto importante en el desarrollo de la misma.

Tras la escalada de las escaramuzas iniciales, el ejército de Japón atacó Mongolia desde Manchuria. El avance japonés quedó en punto muerto y terminaría revirtiéndose, gracias a un brillante contraataque planeado por el mariscal Zhukov.

El inteligente uso conjunto de armas y tácticas de embolsamiento aisló y derrotó a los efectivos del ejército japonés, al mismo tiempo que consiguió que las tropas restantes se retiraran en búsqueda de lugar seguro a las fronteras previas a la invasión.

La batalla tuvo consecuencias imprevistas que afectaron al transcurso de la Segunda Guerra Mundial: frenó las ambiciones niponas se Mongolia y en Asia central, y aseguró que los alemanes y los japoneses nunca llegarán a unirse a través de Rusia. Por lo tanto, Japón se vio obligado a mirar al Pacífico con fines expansionistas, lo que terminaría desembocando en el ataque nipón sobre Pearl Harbor.


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