El Panzerabwehrkanone 38 de 5 cm, abreviado PaK 38 de 5 cm, fue un cañón antitanque alemán, utilizado por la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial.
Historia
La pieza fue diseñada por Rheinmetall-Borsig como sucesora del Pak 36 de 3,7 cm. Diseñado hacia 1938, entró en producción en 1939 y en servicio en 1940, pero no fue hasta el año siguiente, durante la Operación Barbarroja, cuando se utilizó a gran escala en un gran esfuerzo bélico.
En acción demostró ser un arma eficaz, y una de las pocas que podía enfrentarse al T-34 en 1941. Su defecto, sin embargo, era la necesidad de utilizar núcleos de wolframio, un material demasiado valioso para las máquinas-herramienta, lo que impulsó el uso de armas de mayor calibre.
La versión automática fue adoptada por aviones alemanes como el Me.262 e incluso como cañón antiaéreo. El cañón PaK 38 siguió siendo el cañón antitanque estándar de las baterías de infantería alemanas y sirvió durante toda la guerra.
De él se derivó una versión para vehículos blindados, el KwK 39 L/60 de 5 cm, que se utilizó en las versiones posteriores del tanque medio Panzer III, siendo sustituido gradualmente por el más potente PaK 40 de 7,5 cm. En 1942 se suministró un pequeño lote al Ejército Real, que lo desplegó en Rusia con el ARMIR
Se necesitaron 1.800 horas/hombre para fabricar un PaK 38 y costaba 10.600 Reichmarks por unidad.
Aspectos técnicos
El peso de la pieza era de unos 1.000 kg y la longitud total de 4,75 metros. El cañón de calibre 60 estaba equipado con un freno de boca y tenía una vida útil de 4-5000 cartuchos. Las municiones distribuidas con el arma, todas del tipo proyectil-proyector (es decir, proyectil y vaina unidos) eran la PzG39 (Panzer-Granate, es decir, granada perforante) cuyo proyectil pesaba 2,25 kg y una velocidad inicial de 835 m/s o la SpG39 (Spreng-Granate, es decir, granada explosiva) con un peso de proyectil de 1,96 kg.
A partir de 1941, los alemanes se enfrentaron a los tanques soviéticos T-34 y KV-1, cuyo blindaje muy grueso requería proyectiles más potentes: así se introdujo el PzG40-H (Hartkern, es decir, endurecido, con núcleo de tungsteno), capaz de alcanzar una velocidad inicial de 1.100 m/s.
Para aumentar su eficacia en el combate interior contra tanques enemigos más pesados, se distribuyeron granadas especiales que se disparaban introduciendo la caña en la boca del arma: la SG42 (Stiel-Granate), de 13,5 kg de peso y carga hueca, con un alcance máximo de sólo 500 metros, pero que podía perforar hasta 180 mm de blindaje, suficiente para derrotar a cualquier tanque existente en la época. Sin embargo, no se sabe cuántos se entregaron realmente.
Las miras consistían en un visor panorámico ZF3 de 3 aumentos y, para emergencias, un elevador metálico plegable.
El montaje del cañón con ruedas de acero se caracterizaba por una silueta baja y retraída; estaba formado por una estructura tubular de acero ligero y estaba equipado con una viga de cola extendida. La boca del cañón tenía una elevación entre -8° y +27° y un sector horizontal de 65°.
El escudo protector de los cinco sirvientes consistía en dos elementos de chapa de acero de 4 mm de grosor, curvados y fuertemente inclinados. La misma montura se utilizó también para el PaK 97/38 de 7,5 cm.
El cañón era potente y eficaz: con los proyectiles de núcleo de wolframio PzG40, era capaz de perforar una placa de acero de 101 mm de grosor a 750 m y podía destruir cualquier tanque en servicio en aquel momento gracias a su núcleo de wolframio, un material muy duro capaz de resistir blindajes de acero muy gruesos, pero también raro y valioso para la economía alemana en tiempos de guerra, por lo que se distribuyeron relativamente pocos.
La cadencia de tiro del cañón Pak 38 era de unos 15 disparos por minuto, lo que era bastante alta.
Uso operativo
El PaK 38 era remolcado normalmente, junto con su equipo de servicio y munición preparada, por un vehículo de 2 toneladas, normalmente un camión Opel Blitz o similar, o (en el Frente Oriental en particular) por un semirremolque SdKfz 251. En las últimas fases de la guerra, era común el uso de camiones con cañones de guerra.
El cañón se suministraba a las baterías antitanque regimentales y divisionarias (PAK-Batterie), en una cantidad de 6 piezas por batería. Cada regimiento de infantería de la Wehrmacht y cada regimiento de artillería tenía al menos una batería antitanque para la que estas armas eran equipo estándar, estando en servicio cañones más pesados como el PaK 40 o el Pak 36(r) en los grupos antitanque pesados (schwere PaK-Abteilungen).
Según informes de la época, el PaK 38 era muy popular entre los artilleros alemanes porque era relativamente fácil de bateriar y maniobrar. También era bastante pequeño y fácil de camuflar. La munición era poco fatigosa de manejar, en comparación con armas más pesadas.
El buen rendimiento general del arma (en particular su excelente precisión y potencia) la convirtió en un enemigo temible para los artilleros de tanques aliados, sobre todo teniendo en cuenta el alto nivel de entrenamiento de los artilleros alemanes, que sabían aprovechar al máximo sus cualidades. En el norte de África en particular, resultó ser muy temido por los petroleros británicos debido a su bajo perfil, que dificultaba su detección.
En 1943, el blindaje de los tanques soviéticos y estadounidenses se había vuelto demasiado grueso para el Pak 38 y se hizo necesario “acortar” las distancias de enfrentamiento, con los consiguientes graves riesgos para los militares.
Sin embargo, la Wehrmacht consideró que la pieza era lo suficientemente buena como para permanecer en servicio hasta el final del conflicto, e incluso se suministró generosamente a los aliados de los alemanes (como Italia, Hungría y Finlandia).